La Posmodernidad trae consigo innumerables cambios en la sociedad: el desencanto, la pérdida de utopías, un cambio en el orden económico capitalista, pasando de una economía de producción hacia una economía del consumo. Existe una revalorización de la naturaleza y la defensa del medio ambiente, al mismo tiempo que se exalta la compulsión al consumo. Deja de importar el contenido del mensaje, para revalorizar la forma en que este es transmitido y el grado de convicción que pueda producir: En este último punto es donde debemos detenernos. La cinematografía es uno de estos casos, una de las ramas del arte más poderosas y fascinantes de nuestro mundo. Su calificación “poderosa” podría fundamentarse desde la distinción Freudiana (y más tarde Lacaniana) entre “Identificación Primaria” y “Secundaria” del espectador de Cine, como factores responsables de la formación del YO. Estos autores distinguen como Identificación Primaria a la asimilación, por parte del espectador, con el ojo de la cámara; y una Secundaria, que identifica al espectador de forma emocional con los personajes de lo representado, la cual es posible bajo las condiciones del espectador en la sala de cine (suspensión motriz y predominancia de la mirada), situando al espectador en una posición análoga a la que vivió en su temprana niñez, frente a su madre, en el momento de formación de su YO. Su “poder” entonces, sería de carácter psicológico, que de manera implícita actúa sobre el espectador. Dada esta característica, no es ingenuo pensar en una utilización del dispositivo como herramienta ideológica.
Es desde esta función ideológica del cine, que propongo analizar tres de las más importantes características socio psicológicas propias de la posmodernidad a través de dos films de diversa naturaleza, que a la vez nos darán la posibilidad de repensar sus ideologías, siendo estos claros ejemplos de las características filosóficas tanto oriental como occidental: “Gake no ue no Ponyo”(“Ponyo y el secreto de la sirenita” Hayao Miyazaki, 2008) y “Thelma & Louise” (Ridley Scott, 1991). Nos guiaremos entonces a través de tres ejes para contraponer, tematizar e interpretar cada cuestión dentro de ambos films, y finalmente concluir qué tipo de lineamientos ideológicos imponen en relación a su contexto histórico.
§ “La única revolución que el individuo está dispuesto a llevar a cabo es la interior. Se rinde culto a la liberación personal.”
La posmodernidad pone en tela de juicio al sujeto, provocando su fragmentación: el problema de la expresión en la modernidad estaba estrechamente relacionado con una concepción del sujeto como un recipiente monódico, en cuyo interior había sentimientos que se expresan mediante su proyección al exterior: Se trataba de un sujeto centrado. El Posmodernismo dará fin a este dilema, sustituyéndolo por otro: el fin de la concepción del sujeto centrado impone la idea de un sujeto fragmentado que propone una mengua de afectos. La sociedad se repiensa a sí misma, se cuestionan parámetros establecidos, y desde esa postura se disponen nuevas actitudes, en busca de un cambio: ya sea físico, mental o espiritual. [1]
Como respuesta a esta búsqueda de revolución interior, nace en Estados Unidos el Road Movie: Sus protagonistas son héroes viajeros o nómadas, jóvenes y marginales cuyo malestar los lleva a recurrir a medios de transporte externos para alejarse de su presente. Se trata de contar el espacio mismo y sus contradicciones internas, espejo fiel de una cultura norteamericana que ha asumido el tema del viaje y del movimiento como metáfora de su propia existencia, como si el desplazamiento constante, la disposición sistemática del dinamismo, fuera del gesto característico de una nación entera.[2] Es innegable que lo que mueve a los personajes es el malestar social, y allí radica la búsqueda de un nuevo modo de vida, de superación personal. Es en este momento cuando se pone en auge el movimiento feminista, que desde entonces, hasta hoy, generaron movimientos políticos, culturales, económicos y sociales que trabajan con el objetivo de la liberación de las mujeres y la reivindicación de sus derechos, así como cuestionar la dominación y la violencia de los hombres sobre las mujeres y la asignación de roles sociales según el género. El posmodernismo ha contribuido a un cuestionamiento de la identidad femenina, desempeñando un rol significativo en las grandes consideraciones filosóficas actuales. Thelma & Louise podría ser una película que lleva este movimiento como estandarte: En palabras de Linda Williams, estos personajes encarnan las dos representaciones de la mujer en el sistema patriarcal: Louise es una “experta en la naturaleza humana”, es independiente, con los pies sobre la tierra, que representa el bajo porcentaje de mujeres poderosas que se mantiene mental y económicamente por si sola. Mientras que Thelma representa a la mayoría de las mujeres, quienes no pueden mantenerse económicamente ni mentalmente por si solas, su existencia sin un hombre no es posible.[3] Este personaje parte en busca de la libertad que le es negada en su propio hogar por su marido Darryl, quien representa el rol patriarcal de la sociedad, negándole a su esposa tanto un trabajo como su maternidad. Es por estas características que es este personaje quien experimenta la evolución interior: “Algo ha cambiado dentro de mí, y ya no puedo volver atrás. Me siento despierta, muy despierta (…) Todo se ve diferente”[4] El personaje mutó de ama de casa sumisa y controlada por su marido, de vestimenta femenina y correcta, a una mujer fuerte y poderosa, con apariencia cowboy-rocker; pasó de temerle al sexo opuesto, a confrontarlo, a luchar contra ese patriarcado que no posee un lugar para ella en el mundo, aquí la confrontación es (y según el film, siempre lo será) entre sexos. Finalmente, ese camino hacia la liberación, esa transmutación, revolución interior, la lleva a cambiar su estado físico, para alcanzar una nueva realidad en la que sienta parte: la muerte.
Estos mismos cambios, pueden ser encontrados si analizamos el personaje de Ponyo. Si bien el personaje posee sexo indefinido, podemos encontrar que su presente también le confiere malestar, ya que si bien su padre actúa en función de protegerlo, le prohíbe la salida de su “pecera”, negándole la libertad, al igual que Darryl con Thelma. El “viaje” de Ponyo es desde su pecera hacia la costa donde vive Sosuke, un niño a través del cual conoce la amistad. En el film de Miyazaki, la búsqueda de libertad es para conseguir también, otra realidad del que personaje pueda sentirse parte. Al igual que se dan los cambios en Thelma, Ponyo pasa de ser un animal marino, inocente, sin siquiera el uso de la palabra, a convertirse en un pequeño humano, con un cuerpo, y vestimentas acordes a la vida en la tierra, que pasa de obedecer las órdenes de su padre, a luchar contra las reglas de la naturaleza para poder transmutar, cambiar también su condición física, adquirir un alma, y poder así vivir experimentando los sentimientos de la vida humana. En este film, las únicas confrontaciones que existen son las que se dan entre el mundo adulto y el de la infancia, o de la naturaleza con la humanidad. La única condición que la Madre Naturaleza le pone al personaje para obtener un alma, es que su único amigo la acepte tal cual es, cosa que en el Road Film nunca sucede, en el film de Scott los personajes encuentran la aceptación únicamente en la muerte. Mientras que el cine occidental propone a la mujer como sujeto incomprendido, desvalorado y negado por la sociedad, en el cine oriental, las diferencias son celebradas y aceptadas para convivir felizmente.
§ “Los individuos solo quieren vivir el presente; el futuro y el pasado pierden importancia. Hay una búsqueda de lo inmediato”
La era posmoderna trae consigo la idea de intensidad, se privilegia lo instantáneo de una sensación, antes que una instancia critica. La vida se pone en riesgo constantemente ante la ausencia de un futuro esperanzador, de modo que solo existe la gratificación inmediata. Los antecedentes comienzan, a partir de los casos de aniquilación y autodestrucción de fines de la década 1960, en conjunto con las grandes experiencias dominantes de la droga y la esquizofrenia: hay un desplazamiento en la dinámica de las patologías culturales puede describirse diciendo que la alineación del sujeto se sustituye por la fragmentación del sujeto[5]. La liberación posmoderna implica la liberación de la ansiedad, de todo tipo de sentimiento, dado que ya no existe un ser unificado para sentir.[6]
Al respecto debemos destacar que el Road Movie, como genero posmoderno, obtiene una de sus principales características desde este paradigma de pensamiento: La errancia. Los personajes del género no siempre tienen un objetivo físico al que llegar, sino que, como en el caso de Thelma & Louise, el propósito es huir de la realidad de sus vidas. Se trata de un viaje a los extremos, al permitirle salirse de su marco de origen, lleva al sujeto a someterse a lo imprevisible, a entregarse al azar[7]. La experiencia del viaje como dejarse llevar por lo desconocido, lo imprevisible y azaroso es otra manera de poner el sentimiento inmediato como estandarte. En los inicios del film, las dos mujeres tienen en claro a donde dirigirse para escaparse un fin de semana, pero a medida que las cosas no funcionan como lo planeado, las escenas se suceden accionando sin premeditación. Tal es el caso, que por lograr el cometido, transgreden la ley: Louise dispara a un hombre que viola a Thelma en su primer salida nocturna juntas, cometen robo, generando la necesidad de tomar esta actitud rebelde para en contra de la sociedad para llevar a cabo el crimen. [8] Finalmente, cuando el viaje ya no conduce a nada, solo queda la muerte[9], y presionan el acelerador dirigiéndose al acantilado de Monument Valley. Se trata de un viaje a los extremos, al permitirles salirse de su marco de origen, lleva a los personajes a someterse a lo imprevisible, a entregarse al azar, a enfrentarse con la violencia del mundo y el cuestionamiento del otro: trastorna la identidad.[10]
En el caso de Ponyo, lo inmediato es abarcado desde otra perspectiva. El personaje no busca su felicidad en lo excesivo, sino que utiliza la belleza de lo cotidiano para disfrutar del presente. Al llegar a la casa de Sosuke, se detiene y goza del vapor de la sopa caliente, el aroma de una toalla con perfume a recién lavada, se detiene en una experimentación sensorial en relación a elementos comunes. Según la filosofía oriental se trata de una postura mental que consiste en estar alerta de sí mismo, dejando ir el organismo, sin empujarlo ni frenarlo, al cual denominan "Centración". La importancia de esta relación constituye el elemento primordial en la Terapia Gestáltica, en la cual "toda terapia puede llevarse a cabo únicamente en el ahora"; cualquier otro enfoque constituye una perturbación. Todo esto significa estar en "contacto con", es decir, estar con el propio "self", con el propio cuerpo, con la propia respiración, con las actitudes corporales e incluso con las contracciones musculares. [11]
Como vemos, mientras que la cultura occidental vive el presente de los extremos, buscando la satisfacción instantánea sin concebir ningún tipo de riesgo o consecuencia, la filosofía oriental pretende un detenimiento en los pequeños placeres de lo cotidiano, encontrando al placer en cada instante de la vida.
§ “Se despierta la preocupación respecto a los grandes desastres y al fin del mundo al mismo tiempo que se rinde culto a la tecnología”
En las películas de Hayao Miyazaki encontramos, habitualmente, escenarios idílicos que se ven amenazados por la barbarie del ser humano. A menudo el contexto donde luchas, guerras y odios tienen lugar, acaba pasando a primer plano para dar un ultimátum al hombre. Es entonces, en última instancia, cuando la naturaleza se manifiesta reparadora, clemente, y los pueblos inmersos en destrucción mutua toman debida conciencia. El mensaje ecologista, no obstante, nunca es impostado ni desnaturalizado, sino que florece como consecuencia natural en películas, como sucede en Ponyo, en donde el Espíritu del Mar supone el máximo exponente del mismo (encarnado, por supuesto, en una suerte de deidad, otra de las constantes del universo Miyazaki). La contraposición de la naturaleza respecto de la sociedad humana en el cine oriental se aborda desde la perspectiva de mundos paralelos, y la única solución entre su brecha es que la humanidad se reconozca como parte de dicha naturaleza. La humanidad en Ponyo es una más de las tantas y diversas especies que habitan el mundo, celebrando (otra vez) las diferencias y particularidades de cada una. Como en la mayoría de películas de Miyazaki, la naturaleza juega un papel fundamental ya que no es vista sólo como el espacio en el que la acción se desarrolla, sino como un espacio idóneo para la vida, un ambiente que hay que respetar y proteger. En este film, los órdenes de la naturaleza son alterados, y esa es la justificación para que se generen en el mundo humano intensas lluvias, temporales e incluso tsunamis. Desde el inicio se nos informa que el padre de Ponyo desea eliminar a los humanos para que la riqueza y esplendor de la naturaleza vuelva a su estado inicial, antes que el humano lo destruya. De este modo, el mensaje ideológico del film es reconocernos como piezas de la inmensidad del medio ambiente, aceptándolo y volviéndonos parte de él.
En el otro extremo del globo, la tecnología gana terreno a pasos agigantados: los humanos son análogos a la figura de cyborgs, personas adicto dependientes de la tecnología. Este nuevo vínculo se logra a través de la sociedad de consumo: lo sublime es la tecnología, fascina y aterra al mismo tiempo. Un ejemplo de ello es la utilización del automóvil, característica definitoria del Road Movie, ligada con el papel fundamental que obtuvo este invento tecnológico en la cultura norteamericana del siglo XX. Dentro de la emergente sociedad de consumo, la publicidad de automóviles siempre ha representado a la carretera como un lugar donde los individuos pueden “ejercer” de facto a la libertad que tienen derecho.[12]El automóvil no es solamente una “prótesis” que permite el desplazamiento de los personajes, sino que se convierte en una prolongación de todo su cuerpo: ese es el único “medioambiente” en donde pueden alcanzar la plenitud.[13] Aquí entonces, en oposición a la ideología de Ponyo, la tecnología es utilizada como medio para alcanzar la naturaleza. Una naturaleza salvaje desconocida es fuente de inspiración y deslumbramiento para la sociedad norteamericana desde el siglo XIX. Según Lagayette, existieron dos maneras de concebir la naturaleza en los Estados Unidos: El observador puede mostrarse particularmente sensible al espectáculo suntuoso de la naturaleza, a la belleza de los paisajes e incluso sentir en ellos una cierta presencia inmanente de Dios, o puede también apreciar la magnificencia del decorado natural por las riquezas que promete, las posibilidades que ofrece de llevar a cabo grandes proyectos.[14] En otras palabras, admirarla o dominarla. La sociedad norteamericana se inclinó por la segunda. Sin embargo, los héroes de las Road Movies oscilan entre estas dos posturas, y en el caso de nuestras protagonistas, es a través de la contemplación de la belleza propia de paisajes desconocidos que logran acceder a un sentimiento de liberación. Thelma & Louise se verán atraídas por el carácter virgen e indomable que supone salir a la carretera, poniéndola como acceso a una naturaleza intacta, cuando en realidad, la carretera no es otra cosa que un camino trazado por el hombre.
Mientras que en Ponyo la idea del control absoluto del hombre sobre la naturaleza es la máxima amenaza, para Thelma & Louise, la carretera como ejemplo de ello es la única “salida” o escape del malestar que poseen en sus vidas.
§ Conclusión
Inicialmente hablamos de la capacidad ideológica que posee el dispositivo cinematográfico a través de la identificación secundaria, generando una asimilación psicológica del espectador, con el accionar y modos de pensar de los personajes. Los films elegidos, toman partido por sobre diferentes características definitorias de la posmodernidad, pero desde las características propias de las filosofías de vida en donde fueron producidas. De este modo, las ideologías implícitas en cada caso son diferentes, generando concepciones casi opuestas acerca de la vida.
Esto sucede debido a que Occidente y Oriente expresan de diferente forma la conciencia: cognitiva para los primeros, pura para los segundos.
En Thelma & Louise, la liberación personal en tiempos donde hay ausencia de ilusiones y sueños está pensada desde la lógica, lo racional; mientras que la liberación de Ponyo es teleológica, su transmutación se da a través del contacto con la diosa del mar. La revolución propia es en ambos casos un cambio en su condición física, pero la diferencia la encontramos en que para Scott ese cambio termina con las vidas de sus personajes, mientras que para Miyazaki, es el inicio del suyo.
Otra característica de la ideología implícita en ponyo es la perseverancia, como valor fundamental: la vida no es solo soñar y empezar proyectos, también hay que ser perseverante e insistir hasta hacer realidad lo que cada uno se propone. Si pensamos en Ponyo, el personaje es presentado en su temprana niñez sin apenas ningún talento y con bastantes defectos pero tiene el propósito u objetivo de conseguir un alma. La perseverancia del protagonista hará que vaya ganando sabiduría hasta lograr su cometido. Pero si comparamos estas características con los arquetipos de heroínas americanas, en este caso, Louise, ella comienza ya siendo la persona a la que aspirará Thelma, posee desde el inicio del film el valor de hacer lo que se le dé la gana, con la diferencia de que su perseverancia por conseguir lo que quiere, es la ambición, ambición de lograr huir a costa de pagar cualquier precio.
Las culturas que han formado estos directores, han generado discursos implícitos que, como hemos analizado, se contraponen: El cine occidental en Thelma & Louise ha construido, en base a las características socioculturales del presente en el que se desarrolla el film, un prototipo de mujer incomprendida por la sociedad machista en la que vive, que la pone en un presente de la inmediatez, llevándola a accionar en pos de su cometido sin concebir ningún tipo de riesgo, y finalmente, tomando como herramienta para poder lograrlo a cualquier dispositivo tecnológico, en este caso el automóvil, para alcanzar de forma ilusoria la libertad presente en la naturaleza, a través de la carretera como ejemplo de la manipulación del hombre sobre el medioambiente; en oposición al personaje construido por el cine oriental de Miyazaki, en el cual sus diferencias son aplaudidas y aceptadas, posicionándolo desde una conciencia del presente, que permite el placer de los eventos de la cotidianeidad, y finalmente, poniendo como bandera la alerta que supone el daño del humano hacia la naturaleza, generando en su totalidad un discurso que pone en tela de juicio el estado de emergencia que supone el cuidado del medioambiente.
Si bien la posmodernidad ha repercutido en cada rincón del globo, es evidente que los contextos sociales y culturales de cada región han sabido interpretarla de modos diferentes. La cinematografía, como arte que repiensa a la humanidad y sus eventos históricos, nos evidencia aquí esta diversificación de pensamientos y posturas, pero encontrando en ambos casos, la emergencia y necesidad de una sublevación personal e individual, la evidencia de una temporalidad inmediata, un tiempo que “corre” más rápido que antes, y finalmente, la certeza de que tanto la tecnología como la naturaleza están en continua mutación, y la vida humana dependerá de los cambios que en ellas se produzcan. El cine, tanto en oriente como occidente, en animación o Road Movie, ejemplifica los cambios abruptos que ha provocado la revolución de la Posmodernidad.
[1] Fredric Jameson (1985), “Ensayos sobre el Posmodernismo” Pág.31
[2] Jaime Correa (2006), “El Road Movie: Elementos para la definición de un género cinematográfico”.Pág.278
[3] Carmen Indurain Eraso (2001), “Thelma and Louise: Easy Riders” in a male genre. Pág.70
[4] Carmen Indurain Eraso (2001), “Thelma and Louise: Easy Riders” in a male genre. Pág.66
[5] Fredric Jameson (1985), “Ensayos sobre el Posmodernismo” Pág.31
[6] Fredric Jameson (1985), “Ensayos sobre el Posmodernismo” Pág.32
[7] Gerard Imbert (2003), “Cine e imaginarios sociales” Pág. 291
[8] Carmen Indurain Eraso (2001), “Thelma and Louise: Easy Riders” in a male genre. Pág.67
[9] Gerard Imbert (2003), “Cine e imaginarios sociales” Pág.300
[10] Gerard Imbert (2003), “Cine e imaginarios sociales” Pág.291
[11]Francisco Vásquez , “La Relación Terapéutica del "Aquí y el Ahora" en Terapia Gestáltica” http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/anales/v61_n4/Rel_Ter_Aqu_Aho.htm
[12] Jaime Correa (2006), “El Road Movie: Elementos para la definición de un género cinematográfico”.Pág.278
[13] Jaime Correa (2006), “El Road Movie: Elementos para la definición de un género cinematográfico”.Pág.288
[14] Jaime Correa (2006), “El Road Movie: Elementos para la definición de un género cinematográfico”.Pág.283
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